En la última lucha por ser sede olímpica, la de 2016, Doha fue eliminada, pese a su puntuación, por plantear unos Juegos Olímpicos en otoño sin autorización previa. El COI recomienda celebrar la competición deportiva entre el 15 de julio y el 31 de agosto y el hecho de que la capital de Qatar presentara la idea de unos JJOO en octubre sin haberla debatido anteriormente con el organismo le sacó de la terna. La ciudad de los petrodólares regresa a la lucha. Con un ‘ok’ en el bolsillo.
Con la autorización que le concedió el COI para que celebrase los torneos fuera de las fechas idóneas y recordando que los Juegos de Sydney 2000 se celebraron del 15 de septiembre al 1 de octubre, Doha propone organizarlos durante la quincena del 2 al 18 de octubre. La ciudad catarí hizo público ayer el contenido del informe que presentó la semana pasada ante el COI para solicitar oficialmente los Juegos, por los que compite con Madrid, Estambul, Bakú y Tokio.
Según el nombrado informe, los Juegos Paralímpicos se disputarían del 4 al 15 de noviembre para los Juegos Paralímpicos y las dos competiciones se disputarían en 32 sedes de competición repartidas por cinco zonas deportivas. El 35% de los recintos ya existen y un 56% más están ya planeadas y presupuestadas. Se invertirán 30 millones de dólares en la mejora de la red de carreteras y otros 21 millones en la construcción de un nuevo metro, que llegará al 78% de las sedes.
Los defectos se ven rapidamente. La distancia media entre la villa olímpica y los estadios será considerable, de 16 kilómetros, y extrañamente el estadio de atletismo no estaría en el recinto olímpico. El corazón de los JJOO sería el nuevo estadio de fútbol en el que se jugarán el Mundial de fútbol de 2022 y en el que se celebrarán, si finalmente los Juegos son organizados por Qatar, las ceremonias de inauguración y clausura. El primer corte entre las candidatas se hará el próximo mes de mayo en el Quebec.