La comparación con la Torre Eiffel que hizo su autor, el indio Anish Kapoor, seguramente le quede grande pero nadie duda que será uno de los iconos de los Juegos Olímpicos de Londres. La Torre Olympic Orbit (después de los JJOO pasará a llamarse Arcelor Mittal Orbyt), junto al Olympic Stadium, fue inaugurada la semana pasada aunque no se abrirá al público hasta el día después de la apertura de los JJOO.
La torre de acero, de 114,5 metros de altura y un coste de cerca de 28 millones de euros, ya es la escultura más grande de todo el Reino Unido aunque su función será clara: será un mirador. Por 15 libras los adultos y 7 libras los niños, quien quiera podrá enfilarse a lo alto del monumento y avistar, desde allí, todo el parque olímpico. El precio, cómo no, ya ha sido criticado por elevado incluso por el propio autor.
La estructura está pensada para albergar a unos 4.000 visitantes diarios durante los JJOO. Una vez que la cita deportiva termine, está previsto que una de las plataformas que hacen de mirador se transforme en un restaurante. Según los cálculos de la ciudad de Londres, cada año un millón de personas subirán a la torre Orbit, lo que servirá para generar 50 empleos y unos ingresos de 10 millones de libras (12,5 millones de euros) para las arcas públicas.
El mirador ha generado opiniones encontradas. El alcalde de Londres, Boris Johnson, definió la torre de Kapoor como “una obra espectacular del arte moderno británico. La escultura hubiera dejado atónitos a los romanos y empequeñecido las aspiraciones de Gustave Eiffe”. La obra ha sido descrita en la prensa como “una Torre Eiffel después de un ataque nuclear” o “un choque catastrófico entre dos grúas”.