A pesar de que se trata de una especialidad deportiva que entraña sus riesgos, en el salto de trampolín se empieza muy joven. Por eso, es común ver en los campeonatos a chicos y chicas muy muy jóvenes, e igualmente se puede dar la posibilidad de que alguno salga campeón, como el caso de la china Qian Ren en los Juegos de Río 2016.
De las 307 medallas de oro que se han entregado, la de esta saltadora china es una de las más especiales, de esas que quedará marcada con un astérisco. Y es que, con solamente 15 años y 180 días de edad en el momento en el que se colgó la medalla, resulta que Qian Ren es la campeona más joven de estos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Se lo colgó en la plataforma individual a 10 metros, o sea, desde la máxima altura de los saltos de trampolín. Y lo que es más llamativo es que la victoria de esta jovencísima deportista, por delante de su compatriota Si Yajie (de 17 años) y de la canadiense Meaghan Benfeito es que no pilló de sorpresa a nadie, pues entraba en las quinielas para estar en el podio de esta disciplina.
Y es que Qian Ren ya sabía lo que era colgarse una medalla, en este caso no de oro sino de plata, en una gran competición internacional. Fue en los últimos Mundiales de natación, celebrados en el verano de 2015 en la ciudad rusa de Kazán, ya fue segunda en la misma prueba. Entonces, con apenas 14 años y unos meses.
Pese a ser tan pueril, Qian Ren no es la campeona olímpica más joven de la historia. Se ha quedado en el tercer escalón de un hipotético podio que lideran otras dos saltadoras de trampolín, curiosamente, que ganaron sus oros con apenas trece años de edad.