Aun recuperándose de los disturbios del pasado veraniego que le dejaron sin dirigentes y del escándalo de las escuchas ilegales del News of the World que dejó al descubierto todas sus miserias, la policía de Reino Unido y demás fuerzas de seguridad esperan firmar un gran éxito evitando cualquier altercado durante los Juegos Olímpicos de Londres. El plan del gobierno es minucioso, el presupuesto amplio y el número de agentes elevadísima.
En total, se espera que haya unos 40.000 agentes de seguridad de entre los cuales 13.500 serán militares lo que supone el mayor despliegue británico desde la Segunda Guerra Mundial, más que en Afganistán o Irak. Varios Eurofighter merodearán por el cielo del Olympic Stadium y, además, se espera la presencia de un millar de agentes armados estadounidenses (con 55 equipos de perros) y otros tantos agentes de seguridad de Israel.
Para todo ello, el presupuesto es amplísimo. Tras la última revisión, el presupuesto para seguridad es de 553 millones aunque se calcula que ese importe crecerá. La primera previsión hablaba de 282 millones y expertos den los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 anotan que ese gasto supuso cerca de un billón de euros para Grecia. Ese gasto ya se ha ganado numerosísimas críticas dentro y fuera del Parlamento inglés por su poca concordancia con la época de recortes actual.
El periodista Stephen Graham escribía en The Guardian este lunes: “Es irónico, extraño que grandes áreas de Londres y el Reino Unido estén siendo arrojados a la inseguridad en una espiral de desempleo y protestas cada vez más profunda, mientras que se vaya a pagar una operación masiva de seguridad, de una escala hiperbólica, sin precedentes, en gran parte para proteger a los ricos y poderosos y las patrocinadores”.
Fuente: The Guardian