En los últimos días y a escasas semanas de que comiencen los Juegos Olímpicos, la ciudad anfitriona registra el nivel más alto de polución (el cinco). Tanto es así que una asociación ecologista acoseja en su página web el no salir a la calle a los ciudadanos que padezcan algún tipo de problema respiratorio. «Los individuos sensibles deberían evitar salir», asegura uno de sus miembros.
Las autoridades achacan esta mala calidad del aire a las tormentas de arena que procedentes de Mongolia invaden la ciudad de Pekín al comienzo de cada primavera. Sin embargo, Pekín está a la cabeza del ranking de ciudades más contaminadas del planeta, a pesar de los esfuerzos de las autoridades chinas por mejorar los niveles de calidad de cara a los próximos Juegos Olímpicos.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ya manifestó su preocupación por la situación, y alertó de las posibles consecuencias para los atletas, aunque se ha mostrado confiado en la organización que prometió trabajar en solucionarlo.
Entre otras, las medidas llevadas a cabo, van desde el fomento del transporte público a la paralización de las industrias más contaminantes. Los atletas, además de con los problemas de contaminación, se encontrarán con las altas temperaturas y la elevada humedad.