Río 2016 va a ser la cita que confirme el excelente nivel del baloncesto español, tanto masculino como femenino, ya que ambas selecciones han conseguido colgarse una medalla al cuello. Las chicas, la de plata, y los chicos, la de bronce. Primera vez en la historia olímpica de nuestro país que vemos algo así.
La final entre España y Estados Unidos en el baloncesto femenino fue un gran partido que ganaron las norteamericanas de 29 puntos, pero en el que las españolas plantaron cara en todo momento. Las chicas salieron a la pista sin miedo, con ganas de disfrutar una final que se habían ganado con mucho esfuerzo y un torneo casi perfecto.
Bronce para los chicos
Igualmente complicado que las chicas por hacerse con el oro lo tenían los chicos en su partido por el bronce, el cual consiguieron ganar de forma espectacular por un único punto de diferencia. El equipo australiano fue un durísimo rival, pero la generación de Gasol, Navarro y Reyes quería decir adiós por todo lo alto, subiendo a uno de los escalones del podio.
El baloncesto español, de moda
No cabe duda de que estamos ante la época dorada de nuestro baloncesto, nunca se había dado que tanto hombres como mujeres triunfaran al mismo tiempo en torneos tan importantes. Especial relevancia tiene la plata de las chicas, ya que hasta el momento sus participaciones olímpicas eran muy escasas y nunca habían llegado a semifinales.
En cuanto al baloncesto masculino, se abre ahora una nueva generación tras el adiós de algunos jugadores, entre ellos Pau Gasol, que reventó a Australia con 30 puntos para demostrar que por él no pasa el tiempo. Se despide una generación increíble que ha conseguido tres medallas olímpicas consecutivas (dos platas, un bronce), además de campeonatos europeos y mundiales. Hernángomez, Rubio y compañía deberán coger el testigo y cargar en su mochila el peso de esta selección.