Si mi opinión fuera la que diera respuesta a la pregunta que da título a este pequeño artículo, diría claramente y muy alto que ayer vimos la mejor ceremonia de inauguración de unos Juegos Olímpicos y eso que el listón estaba muy alto con la ceremonia que vimos por ejemplo en los Juegos Olímpicos de Pekín del año 2008 o aquella majestuosa de Barcelona en el año 1992.
Anoche pudimos disfrutar de muchos de los iconos del Reino Unido, disfrutar de lo mejor de la música mundial, de tintes cinéfilos y de lo mejor de la literatura. Por supuesto también pudimos ver a algunos de los mejores de los deportistas de la historia, no sólo británica ni mundial.
Todo comenzó con un repaso espectacular por la historia del Reino Unido sobre un Estadio Olímpico preparado para la ocasión de forma sencillamente impresionante, con un gran jardín y un monte coronado por un roble que le daba un toque solemne a la ceremonia.
La historia dejo paso a la literatura, la música y el cine y a personajes como Voldemort (el malo de Harry Potter), Petter Pan o incluso Mr. Bean que nos hizo reír con una más de sus brillantes interpretaciones.
El desfile a diferencia de otros Juegos Olímpico fue ligero y para suerte de todos no se alargó demasiado en el tiempo y «rápidamente» dió paso a la ceremonia más esperada, el encendido del pebetero olímpico.
La antorcha llegó de la mano de David Beckahm convertido en un inesperado James Bond que navegó por el Támesis hasta el Estadio Olímpico. A partir de aquí grades sorpresas, un encendido del pebetero por parte de siete chicos jóvenes escogidos por Campeones Olímpicos y un pebetero un tanto extraño pero sencillamente espectacular.
¿Tal vez la mejor inauguración de la historia de unos Juegos Olímpicos?.
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