Y lo volvió a hacer. Usain Bolt y el equipo jamaicano ganaron el oro en la prueba del relevo rápido, el 4×100. De este modo, el atleta jamaicano repite en los Juegos Olímpicos de Río 2016 lo que ya hiciera en los de Pekín 2008 y en los de Londres 2012: ganar el oro en el 100, en el 200 y en el relevo 4×100.
La historia nunca olvidará a este atleta que ha conseguido la cifra de nueve oros en su carrera olímpica. Sólo otro especialista en velocidad como el estadounidense Carl Lewis, que también ganó oros en salto de longitud, y el finlandés Paavo Nurmi, que participó en diversas pruebas de fondo en los Juegos Olímpicos de la década de los años veinte, habían alcanzado antes esa cifra de nueve medallas de oro.
Bolt nos volvió a regalar otra carrera inolvidable, porque hasta que el testigo no llegó a sus manos la cosa estaba de lo más igualada. En los primeros trescientos metros, los compañeros de Bolt, relevos, Asafa Powell, Yohan Blake, y Nickel Ashmeade, no habían conseguido abrir diferencias con respecto a los equipos de Japón y de Estados Unidos. Cuando Bolt recibe el testigo, lo hace prácticamente a la par que el japonés y el estadounidense, pero en una increíble recta final el Relámpago aseguró el oro.
Al término de la carrera, entre felicitaciones y celebraciones, Bolt declaró a varios medios que había corrido su última carrera en unos Juegos Olímpicos. Aunque para los de Tokyo 2020 Bolt sólo tendría 33 años, parece que el jamaicano tiene claro que el libro de su historia olímpica ya ha sido escrito por completo.
De ser así, sin duda echaremos mucho de menos a Usain Bolt. Un campeón que, por su manera de ganar y por su manera de celebrar, ha enganchado a mucha gente al atletismo en unos tiempos oscuros para este deporte.