Dañarse un dedo del pie, infligirse descargas eléctricas, o clavarse chinchetas en los testículos. En los Juegos Paralímpicos, también los atletas están dispuestos a todo con tal de ganar. Parece mentira pero es cierto, algunos atletas se mutilan con tal de conseguir una medalla.
La automutilación lleva el nombre de «boosting» y es una práctica bien conocida entre los deportistas que tienen problemas de columna. Contrariamente a los deportistas sin minusvalía, cuando una persona que sufre algún daño en la columna vertebral tiene que hacer un esfuerzo, su presión sanguínea y su ritmo cardíaco no se acelera.
¿El problema? Sus músculos no están correctamente oxigenados y esto afecto a su competitividad. Pero, gracias al boosting, que permite estimular la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, los rendimientos de estos deportistas de alto nivel pueden aumentar de un 10 a un 15%.
El fenómeno es descrito como un acto desesperado de los atletas por competir en igualdad de condiciones. Y es que, incluso en los Paralímpicos, no tener una presión sanguínea normal es una seria desventaja, según el doctor Andrei Krassioukov, especialista en daños de la columna vertebral.
Al principio se sienten mejor con una presión sanguínea más alta, pero sobretodo quieren ganar, y quieren hacerlo en igualdad de condiciones que el resto de atletas paralímpicos.
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Foto – Sacbee