El deporte rey en todos los Juegos Olímpicos, el atletismo, ha entrado ya en acción en estos de Río de 2016. Y para empezar, en la primera jornada y en la primera final ya ha caído un récord del mundo, el de los 10 mil metros en categoría femenina, batido por la etíope Almaz Ayana, que además se proclama nueva campeona olímpica.
La competición no ha podido empezar de mejor manera con este récord mundial que era uno de los longevos del atletismo. Desde 1993 permanecía inalcanzable la marca lograda por la china Wang Junxia, marca polémica pues esta atleta era una de las pupilas de Ma Junren, un entrenador de gran éxito pero del que se descubrió que utilizaba prácticas dopantes y por tanto ilegales.
La china Wang, hace ya 23 años, paró el crono en 29 minutos 31 segundos y 78 centésimas. Nadie hasta ahora había podido acercarse siquiera a ese registro hasta esta final del diez mil en la pista del Estadio Olímpico Joao Havelange, pues ha sido una carrera sin duda alguna histórica.
Ayana hasta ahora había destacado en la distancia de los cinco mil metros, de la que era la última campeona del mundo, pero esta atleta de 24 años todavía no había conseguido grandes resultados en pruebas de diez mil metros. Así, partía como una de las favoritas pero un escalón por debajo de su paisana Tirunesh Dibaba y de la keniata Vivian Cheruiyot, que sí sabían lo que era ser campeonas mundiales en esta distancia.
Las tres han copado el podio y protagonizado una carrera histórica. Ayana se quedó con el oro parando el crono en 29 minutos 17 segundos y 46 centésimas, rebajando el récord en nada menos que 14 segundos. Cheruiyot entraba segunda firmando la tercera mejor marca de todos los tiempos y Dibaba tercera, con la cuarta mejor marca de la historia.
Sin duda alguna, hemos visto una carrera histórica en el Estadio Olímpico, que no estaba en sus mejores condiciones por la lluvia. Parece que el atletismo en Río 2016 va a firmar muchas noticias como ésta.