Van seis medallas tras las conseguida por Marcus Cooper en piragüismo, y la cifra seguramente no se va a quedar ahí. La española Carolina Marín, en bádminton, es una de nuestras principales bazas y de momento no puede ir por mejor camino, pues ya se ha metido en las semifinales y no ha cedido todavía un set.
La jugadora nacida en Huelva llegó a la ronda de cuartos de final después de conseguir dos victorias en los dos partidos que jugó en la primera fase. Ganó en menos de media hora a su primera rival, la finlandesa Nanna Vainio, por tanteos de 21-6 y 21-4, y después ganó a la danesa Line Kjaersfeldt, por tanteos de 21-16 y 21-13.
En cuartos de final esperaba Sung Ji-Hyun, de Corea del Sur. Aunque la asiática es una muy buena jugadora y tampoco hacía cedido un set en los tres partidos que había jugado, había motivos de sobra para ser optimista: en las seis veces que se habían enfrentado hasta la fecha, Carolina Marín había conseguido la victoria en cinco ocasiones.
Pronto se empezó a demostrar que Carolina Marín tenía las de ganar en ese encuentro de cuartos. La española ponía a prueba la capacidad defensiva de su rival con toda una serie de remates, al punto de ganar el primer set por un claro 21-12. Los nueve puntos de diferencia pesaron en la moral de Sung y Carolina comenzó el segundo set con un gran parcial a su favor. La coreana remontó pero nunca llegó a peligrar la victoria de la española en el segundo set, que terminó apuntándose por 21-16.
En semifinales y salvo sorpresa, Carolina Marín se tendrá que medir a la china Li Xuerui. Es decir, a la que fuera campeona olímpica en individuales en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Difícil, pero no imposible para seguir soñando con la primera medalla de la historia en bádminton.