Es la primera vez desde hace ocho años que Phelps pierde una final olímpica. En Pekín 2008, el nadador ganó las ocho carreras en las que participó. Por desgracia, el mejor nadador de todos los tiempos tuvo que asumir la derrota, a pesar de que ésta no le quita nada a sus hazañas anteriores, ni que ya forme parte de la historia de un deporte al que ya se dispone a decir adiós definitivamente.
El americano de 27 años no consiguió siquiera el tercer puesto del podio, llegando tan sólo en un cuarto lugar. Realizando 4»09’28, debió ceder ante su compatriota, rival y amigo, Ryan Lochte (4»05’18). Phelps lo hizo peor que el brasileño Thiago Pereira (4»08’86, medalla de plata) y que el japonés Kosuke Hagino (4»08’94, medalla de bronce).
Ryan Lochte, que participa por tercera vez en unos juegos olímpicos, saborea la luz de la victoria después de estar ocho años a la sombra de su mayor enemigo. Tan afamado como Phelps, pero peor preparado, el polivalente nadador de Florida, con 27 años, cuenta ya con 7 medallas olímpicas, y ha demostrado ampliamente que es digno de llevar la corona de laurel como sucesor de Phelps.
Queda por saber si tendrá la resistencia de su rival. Participando en un total de seis pruebas en la piscina de Londres, Lochte, primera medalla que obtienen los americanos en estos juegos, se prepara ya para ganar los 200 metros. En la piscina se verá de nuevo con Phelps, siempre a la caza de obtener la decimoquinta medalla olímpica.
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Foto – lexpress